15 Días
En la reunión anual que mantenemos algunos peritos calígrafos , se sacó a colación lo que ya todos sabíamos: Los cursillos que supuestamente preparan a los alumnos para ejercer con solo quince días de clase Hecho que aunque es de dominio púbico, no deja de ser un problema que nos plantea una serie de cuestiones esencial.
Es una situación que refleja la necesidad perentoria de regular la enseñanza de la pericia caligráfica, pues de lo contrario sería abrir las puertas al intrusismo. Actualmente los centros disponen de sus propios diplomas, y el hecho de que las clases se puedan dar en un aula universitaria, no quiere decir que tengan más valor que las que se imparten en una academia especializada; y ello por no hablar de la falta de uniformidad en las materias que han de ser estudiadas.
Por otro lado, ¿Qué clase de conocimientos se adquieren en dos semanas? ¿Con qué garantías estas personas intervienen en procesos judiciales?
De hecho, no es difícil identificar a las víctimas de esos cursillos, pues aunque hagan las preguntas propias de cualquier cliente, apenas logran ocultar sus intenciones, porque además del presupuesto, tratan de sonsacar información sobre la metodología de estudio, o la manera de elaborar informes.
Para ilustrar la confusión de ideas, puedo contar el caso del hombre que comenzó pidiendo un presupuesto, que no consiguió debido a mi falta de credibilidad en su historia, y que acabo pidiendo consejo sobre la forma de sacar el testamento de su suegra de la notaría, reconociendo así que no iba a realizar el trabajo, –al menos a corto plazo- de hecho pensaba que el notario sin más, proporcionaría dicha documentación a cualquiera que se identificase como perito calígrafo.
Gracias a las conversaciones con mis colegas, también conozco a aquellos que solicitan información a unos cuantos, para intentar sonsacar minúsculos retazos de conocimientos de cada uno de nosotros. Para ellos, esto es un rompecabezas que intentan arma, pero que nunca completaran, debido a que no podrán conseguir nada valioso, sobre todo si su único fin es conseguirlo gratis; y todo eso sin contar que dependen completamente del tiempo que el perito les dedique, que no suele ser mucho.
Por último, recordamos a los que quizá sí sean clientes, pero que probablemente no acaben realizando la pericia; porque piden tantos presupuestos que pierden la noción y acaban llamando al mismo perito varias veces, pero también porque ninguno les parecerá suficientemente ajustado.