Internet, un arma de destrucción

Fuente: GP GRUP PERITOS JUDICIALES
Profesionales colaboradores en el BUSCADOR PROFESIONAL THESAURO
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Desde que en la década de los 90 el mundo sucumbiese a los encantos de Internet, su evolución ha traído consigo un alivio para estudiantes, un consuelo para los allegados que se encuentran a distancias considerables, entretenimiento para pequeños y mayores, un desahogo para los adolescentes y comodidad para los que no pierden el tiempo.
Sin dudas estas son razones de peso para habernos esclavizado a esta herramienta. Las posibilidades que ofrece este medio son ilimitados, y de hecho a día de hoy miles de personas llevan comida a la mesa gracias Internet, algo que anteriormente era impensable que ocurriese. Pero no es oro todo lo que reluce y si bien es cierto que Internet ha traído cosas buenas, ha traído cosas malas por igual.
Celos, dependencia, vida privada inexistente, intrusismo, plagio, des-información e incluso amenaza contra la seguridad pública. Y es que, tras los recientes acontecimientos Internet está más vivo que nunca, y es imparable.
Nuestra integridad y seguridad se ven coartados cuando una tercera persona se introduce dentro de nuestras redes, cada día salen nuevos casos de tráfico pornográfico de menores, acosos a escolares, suplantaciones de identidad, hackeamientos en medios públicos y privados, con informaciones que ponen la cara colorada a más de un personaje relevante ¡y hasta tráfico de drogas!
¿Es posible que Internet sea una nueva herramienta para blanquear dinero y traficar con sustancias ilegales? La respuesta es sí. Y si no que se lo pregunten al creador de la llamada Silk Road, una página Web oculta que se dedicaba al tráfico de drogas a través de Internet, utilizando los bitcoins como cibermoneda. Según informaciones del diario El País, “La corte federal del distrito sur de Manhattan inició este martes un juicio por narcotráfico, conspiración para el asesinato y blanqueo de dinero. ¿Uno más? No. El jurado que aplicará o no la cadena perpetua para Ross Ulbricht, de 30 años, acusado de ser el creador de una página de Internet “oculta” dedicada a la venta de drogas y otros delitos bautizada como Silk Road (Ruta de la Seda), tiene entre manos un asunto peliagudo y complejo.”
Hasta aquí la noticia no resultaría impactante si no fuera porque la forma en la que supuestamente accedió el F.B.I al ordenador de dicho creador fue de forma ilegal. Como bien expone la noticia “el FBI asegura que fue una fuga en el propio sitio de Silk Road lo que les permitió acceder a la IP (número o nombre del aparato) de Ulbricht. Sin embargo, algunos expertos han intentado repetir la operación sin conseguirlo, por lo que creen que los investigadores habrían hackeado el sitio, algo que ahora se niegan a admitir.”
Se plantean muchos dilemas en torno a Internet y este mal uso por parte de todas las partes, pero es que además la defensa pone encima de la mesa el dilema existencial de toda página Web, y de Internet, y es que ¿hasta qué punto es responsabilidad del dueño de una página o plataforma el uso que sus usuarios realicen de ese sitio?
Por ejemplo: ¿Hasta quépunto Facebook tendría la culpa de que una persona se hiciera pasar por otra? ¿Es entonces Internet en sí mismo un arma de destrucción entre individuos?