Artículo de: Yolanda Hernández Álvarez-Campana , perito calígrafo
Profesional incluida en el BUSCADOR PROFESIONAL THESAURO
El otro día me preguntaron con bastante incredulidad si la Grafología era algo fiable, o si era más bien algo esoterico, cercano a las ciencias ocultas, adivinos y brujos.
Pues bien, se entiende por ciencia “los conocimientos obtenidos por la observación y el razonamiento estructurado sistemáticamente donde se deducen los principios y leyes generales”. Se divide básicamente en dos ramas, las leyes humanas, que estudian al hombre y su comportamiento mental, anímico o espiritual; y las leyes naturales que estudian la naturaleza y su evolución.
La grafología se encuentra dentro de las ciencias naturales por su caracter empírico basado en la experiencia y observación de los hechos. Las hipótesis, son suposiciones que puedes suceder o no, y deberán ser comprobadas para elaborar una ley.
También se encuadra dentro de las ciencias humanas en cuanto a los estudios grafopsicologícos nos referimos, pues el ser humano proyecta órdenes, más información del cerebro emocional al cerebro motor. El cerebro procesa la información, la almacena y envía la reacción al exterior en forma de conducta, mientras el interior la protecta en forma de emociones. Por tanto, la actividad cerebral se encuentra totalmente conectada con la emocional que se transmite instantánemanete a los sentidos y de ahí a la escritura.
La grafología es un método de base científico y en él se combinan racionalidad y conocimiento basado en la experiencia. Iniciamos nuestra investigación grafológica en la observación minuciosa de los hechos, grafías, para luego relacionar las características observadas con las posibles variaciones de personalidad del individuo, estableciendo así patrones de conducta.
Los discernimientos grafológicos están asentados en certezas, observaciones y correspondencias con los distintos tipos de personalidad que se caracterizan por desempeñar una serie de comportamientos típicos y acarrear con ellos, aptitudes que se han puesto de manifiesto a través de la escritura.
El interés por la escritura se ha dado desde la antigüedad, estamos hablando de una práctica antigüa que se remonta al siglo XVIII. Escribir es una ejecución individual, la materialización de la personalidad que nos pone de manifiesto los aspectos más intimos de la psyqué humana. El gesto de escribir por tanto, no es sólo un movimiento que se lleva a cabo por nuestra mano sino una seria de complejos procesos cerebrales musculares y enérgicos los cuales provocan que el movimiento se programe en el cerebro para después ejecutarse.