Hace tiempo vengo observando, el rechazo, inclusive miedo tecnológico en diversos ámbitos profesionales y en el nuestro de peritos calígrafos, todos los miedos son reales, hay quien tiene miedo a las serpientes, arañas, a la oscuridad, para perder el miedo tecnológico es necesario, valorar experiencia y el conocimiento de los profesionales e integrar la tecnología como ayuda al saber hacer de estos expertos.
Se considera tecnofobia al rechazo al progreso en el sector tecnológico, al miedo a los avances.
La supuesta complejidad de un software, la falta de habilidades para utilizarlos y similares pueden disparar estas sensaciones, aunque existen varios grados. De hecho, el psicólogo e investigador de la Universidad Estatal de California Larry Rosen distingue hasta tres: el usuario incómodo, el tecnofóbico cognitivo y el tecnofóbico ansioso. La clasificación depende de la presencia o ausencia del miedo irracional y va de menos a más.
Además, esta fobia se encuentra directamente relacionada con el analfabetismo tecnológico (personas que, por ejemplo, son incapaces de manejar algo tan sencillo como un cajero automático, Software diversos…) y que puede llegar a condicionar su vida cotidiana. En algunas sociedades y culturas se da en mayor medida; es el caso de los Amish en Estados Unidos.
El tecnófobo lo que ve en la tecnología es una evidencia de la debilidad humana y prefiere trabajar “porque siempre se ha hecho así”, lo preocupante es la creación de paradigmas, si yo no utilizo la tecnología nadie debe utilizarla, el experimento siguiente demuestra cómo se puede condicionar a un grupo:
El experimento consiste en encerrar varios monos en una jaula de la que cuelgan unos plátanos.
Cada vez que uno de ellos se acerca a cogerlos al resto les mojan con agua fría.
Después de diez veces, cada vez que uno de los monos se acerca a los plátanos, el resto se encarga de que no lo consiga para no sufrir el castigo.
Uno a uno los monos son sustituidos por otros diferentes, que sin conocer la causa-efecto de los plátanos y el agua fría se dirigen seguros hacia el delicioso manjar.
Cada vez que esto ocurre el resto de los monos se encarga de que no los alcance.
Llega un momento en que todos los monos son sustituidos. No queda dentro de la jaula ninguno que haya experimentado directamente el castigo del agua fría al coger los plátanos, pero no es necesarios porque todos ellos siguen la misma pauta de no dejar que nadie se acerque a los plátanos.
¿POR QUÉ? Porque es lo que siempre han conocido. ¡Siempre se ha hecho así!
Este sencillo experimento demuestra que podemos creer firmemente en verdades sobre las que no tenemos ningún conocimiento real.
Verdades que tal vez en algún momento del pasado, en otras circunstancias tuvieron una razón de ser, pero que hoy, para nosotros, puede que sólo sean barreras en nuestra mente inconsciente. Paradigmas mentales. Barreras tan poderosas que ni siquiera son conscientes de que existen, lo que impide plantearse una alternativa.
Existen personas que sin haber probado una tecnología, software, programas, se atreven a criticarla e inclusive sin conocer el idioma hacer traducciones erróneas.
Identificar al tecnófobo resulta muy sencillo. Habitualmente se trata de personas que no han tenido un contacto temprano con la tecnología, y que no las necesitan demasiado para interactuar con su entorno o llevar a cabo sus labores diarias. Además de sentir rechazo por todo lo relacionado con el sector, justifican su animadversión con falacias, creencias y críticas sin conocimiento de causa, estas personas son capaces de decir que, AUTOCAD, 3D STUDIO MAX, PHOTOSHOP, ILLUSTRATOR, CYPECAD, ARKÖ, X-HFDE, programas y software diversos, no sirven ya que es mejor la lupa, y una regla milimetrada ¡Siempre se ha hecho así!
Para poder criticar, juzgar, opinar, sobre una tecnología determinada se debe conocer, asistir a cursos, estudiarla, y posteriormente emitir una opinión.
Los seres humanos tenemos, esa ciega tendencia rutinaria a seguir la vía que ya está abierta, sin preguntarse si habría acaso una mejor opción o camino, a esto se le denomina zona de confort, sin embargo, su discurso tiene que ver más con el desconocimiento sobre el software, programa o tecnología de la que habla, este rechazo de las personas, para usar las nuevas tecnologías no se debe a la falta de interés sino por el temor al cambio, y este es el problema fundamental, rechaza la tecnología porque significa un cambio en la forma de trabajar que tienen ¡Siempre se ha hecho así!
Es un claro ejemplo de la cultura del sí funciona no lo toques, que mantiene una profesión, oficio, funcionando de la misma forma que podría hacerlo en el siglo XIX. Con la ayuda de la tecnología podrían trabajar con mejor eficacia, seguridad, y certeza en sus conclusiones.
www.peritoscaligrafosjudicial.es con la autorización de:
Federico Pérez.
Perito Calígrafo Judicial. Documentólogo. Licenciado en Física
